Sensaciones

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Relato Nº3 de la Primera Edición del Concurso de Relato Erótico “DENTRO DE TI”

Sensaciones

Él la observa. Deseo…Sensaciones.

Quiere suscitar, jugar con él, que sea solo para sus ojos mientras la humedad de su entrepierna crece y ella sigue el ritmo de la canción… Gemidos ahogados, deseo…

Su silencio es ensordecedor, solo sus ojos posados en ella…Sensaciones.

Las manos de ella se acarician lentamente deseando no acabar nunca ese sutil e indecoroso roce…Gime… Se acerca y le quita el cigarro de las manos, lo pisa en el suelo con su zapato de tacón.

Mientras la otra pierna la sube al sillón y la pone entre las piernas de él. Mira a sus ojos, la observa.

Él no dice palabra y puede ver sus pechos enhiestos a través de la ropa transparente también puede distinguir su sexo a través de la tela casi inexistente.

Ella suspira al sentirse observada. Vuelven a dejarse llevar por el arco insostenible de sus ojos… Deseo…

Levanta lentamente el vestido ante su mirada. Acaricia su pierna desde el tobillo. Lentamente. Sube pausadamente mientras no deja de mirar a sus ojos, entrega.

Sus manos alcanzan sus muslos, Gime. Sensaciones.

Sigue subiendo, y sus dedos ahondan en su sexo. La mira… Mientras su miembro empieza a molestar a través de la tela de su pantalón, pulsando por la necesidad. Pero sigue impasible. Observa.

Ella profundiza con sus dedos, la humedad reluce en ellos y sus muslos se mojan mientras a él le llega el olor a hembra.

Se acerca a él humedece sus labios muy cerca de los suyos. Pasea su lengua por ellos. Ummm el sabor, le encanta… Suscita. Deseo. Sensaciones.

Él la agarra de su cabello y con fuerza la acerca más hacia su boca quedando los dos suspendidos por su propio aliento, sin besarse pero tan cerca que pueden sentirse.

La respiración entrecortada se acelera mientras él con la otra mano se adentra en su sexo mojado, un dedo, dos, tres dedos…

Gime. Sigue manteniendo su cercanía ante él. Sus rostros casi se rozan. No le dice nada, solo observa. Lame sus labios y vuelve a estirar su cabello…Jadeo contenido en el aire. Deseo.

La dirige hacia la pared y la voltea dándole la espalda. Empieza a besar su nuca y apretar su torso contra ella.

Le baja el vestido dejando sus pechos apoyados en la fría pared. Lo deja caer hasta que ella está completamente desnuda y a su merced.

Él se retira un momento, pero ella no se mueve. Allí parada.

Mientras la observa en silencio. Disfruta viendo como su cuerpo se confunde con el tono blanco de la pared y como su pelo rojo destaca sobre su piel lechosa.

Se desnuda mientras sigue escuchando la respiración agitada de ella. Coge un pañuelo y se acerca. Primero cubre sus ojos, ella impasible se deja hacer.

Puede notar sus manos recorrer su piel. Su lengua húmeda pasea lentamente y de golpe nota de nuevo sus dedos dentro. Sin miramientos.

Produciendo un jadeo resonando en la callada habitación. Shhh…No quiere que emita sonido alguno.
Muerde su labio mientras sigue penetrándola con su mano.

La dirige hacía la cama y la tumba. Abriendo sus piernas casi todo lo que pueden dar de sí…
Ni un sonido solo la tensión. Se aleja de nuevo dejándola allí, sin poder ver.

Se sienta de nuevo en el sillón y ella escucha el chasquido del encendedor y como aspira el tabaco, expulsando lentamente el humo. Las bocanadas se repiten pausadas y relajadas.

Mientras ella sigue expuesta. Esperando anhelando el contacto de él en su piel. Deseando que sus cuerpos se dejen llevar. Pero el silencio es lo único que la acompaña. Suscita, deseo.

Nota de nuevo hundirse el colchón puede oler el aroma que desprende su piel en la cercanía. Y su necesidad de sentirse poseída es cada vez más insoportable. Y él, lo sabe.

No puede soportar no sentir su piel y el solo acercamiento le hace arquear su cuerpo en busca de su calor. Pero no lo consigue.

Nota el aliento de él cerca de su entrepierna. Solo un leve roce… Juega. Levanta sus piernas hasta dejar sus pies apoyados y nota el frío hielo recorrer por sus muslos…Quema, frío, calor…Deseo.

Se ha parado la música y solo el aliento entrecortado se puede escuchar, los brazos adormecidos de ella empiezan a molestar, su piel duele.

Solo quiere que acabe con su necesidad de sentirlo en ella. De hacerla suya. De poseerla, pero solo tiene leves roces y silencio. De golpe nota algo frío rondar por sus nalgas. Él la voltea de nuevo.

Nota como la llena por detrás con el plug pero ella sigue en silencio. Puede notar un leve hilillo de sangre de sus labios y el sabor metálico de la sangre en su boca.

La vuelve a voltear y lame su labio retirando parte de la sangre al morderse. Suscita tanto en ella. Tanto anhelo por sentirlo, tanto deseo contenido.

Baja lentamente por su cuello y se acerca a su pecho, muerde su pezón, lo lame, lo estira. Primero uno para luego entretenerse con el otro. Ella sigue sintiéndose llena, invadida, deseosa.

Abre sus piernas y se posiciona entre ellas, agarra su cintura y la eleva. Silencio.
La embiste y se le escapa un gemido acompañado del suyo.

Se acaba el silencio, dejándose llevar por las embestidas. Vuelve a parar. Nunca acabara con ese suplicio, piensa.

Oye de nuevo el click de las esposas. La libera, su riego sanguíneo se empieza activar de nuevo.
Él agarra las manos de ella entrelazándolas y las sube por encima de su cabeza.

Vuelve a embestirla, y se arquea ante la invasión. Mientras con su boca muerde sus pezones, entreteniéndose con ellos, sus movimientos son fuertes salvajes. Sensaciones.

Casi no puede soportar la invasión, chorrea. Su humedad se escucha mientras él clava su pelvis contra sus nalgas. Puede notar su verga y la fuerza hace que el plug se clave también más en ella.

Suelta sus manos para agarrar sus piernas y subirlas sobre sus hombros. Su cuerpo ya se siente dolorido. Pero necesita liberar toda la tensión acumulada.

Necesita, gritar, gemir, jadear y alcanzar el clímax con él. Lo necesita. Esa posición hace que se profundice más.

La penetración le está rompiendo por dentro y su fuerza es cada vez mayor. Nota una leve cachetada en su nalga, otra más y otra.

Ya no puede seguir soportando más. Cuando nota como la deja liberada del plug. Pero sigue embistiendo cada vez con más fuerza.

La sensación de liberación de golpe y la ocupación de su sexo por su verga le hacen llegar sin esfuerzo a la culminación. Alcanzando el orgasmo.

Al momento puede sentir como él se deja ir. Cayendo también exhausto sobre su cuerpo…

Bernice.

Esther Dentro de Ti | Tu Sex-Shop de Confianza

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