Las prácticas en BDSM pueden ser bastante intensas en algunas
ocasiones.
Ya sabemos que la primera regla inamovible a tener en cuenta es que debe de cumplir el SSC ( sensato, seguro, consensuado).
Pero a veces, aunque una situación la tengamos
más que controlada, puede irse de las manos en un momento dado.
Por lo que se necesita de algún mecanismo que indique cómo se está desarrollando la actividad y que la pueda detener
si es necesario.
Para ello se usan las palabras de seguridad.
Una palabra de seguridad en BDSM es aquella palabra que se dice a viva voz y que nos indica cómo está transcurriendo la sesión.
Y nos obliga a parar en caso de posible peligro o intensidad mas alta de la adecuada.
Es habitual usar los colores del semáforo para indicar lo bien o mal que nos encontramos.
Así VERDE significaría que
la intensidad es adecuada y que incluso, puede aumentarse. AMARILLA, que está llegando al límite de la intensidad, por lo tanto precaución.
Y ROJA, que se ha sobrepasado el límite de la
intensidad y se ha de parar inmediatamente y desatar en caso de estar atado.
También puede utilizarse otro tipo de palabra de seguridad para parar la actividad.
Por ejemplo, palabras como
el Nick, el nombre personal… pueden servir.
Ha de ser una palabra fácil de decir y de recordar
por ambas partes.
Para que no dé pie a la confusión.
Decir por ejemplo, “perdón”, “piedad”, o “socorro”… puede que se usen como parte del juego, por lo que no deberían ser
palabras de seguridad.
También debe tenerse en cuenta, que en determinados momentos se hace necesario otro procedimiento de seguridad.
Ya que puede que no sea posible el emitir ninguna
palabra, por ejemplo cuando se está amordazado.
En dichas ocasiones, el uso de algo en las
manos del sumiso (una pelota, un dildo…) para que él lo deje caer en caso de necesidad, suele ser
lo más efectivo.
También podría usarse una campanilla, siempre y cuando tengamos al sumiso quieto sin darle demasiado movimiento.
Lo que desde luego no ha de faltar, es ese método que
nos diga cómo va la sesión.
Algo que la pare inmediatamente en caso de que sea necesario.
También es cierto que en muchas ocasiones, esta palabra no se utiliza o bien como deseo por la parte sumisa, de superación de sus propios límites.
O bien por el alto grado de confianza y conocimiento adquirido por ambas partes quel hace innecesario el uso de palabra alguna.
No obstante, tenerla pactada de antemano nunca está de más y se evitan posibles riesgos que pudieran hacer que una sesión terminara mal.
