Practicar la Humillación en BDSM
Por supuesto, siempre partiendo de la base de que absolutamente todas las prácticas que se realizan en BDSM han de estar habladas, pactadas y consensuadas de antemano entre ambas partes SSC (sensato, seguro, consensuado) queremos centrarnos en este artículo en algunas formas de humillación.
Damos por hecho que cuando se practica, él o la Am@ conoce sobradamente los límites de su sumis@ y nunca actuará en prejuicio de su salud mental sino que, todo lo contrario, le hará disfrutar de esa experiencia.
Existen diferentes tipos de humillación dentro del bdsm y aunque es cierto que para practicarla no es necesario utilizar ningún objeto (en la humillación verbal por ejemplo, sólo las palabras son necesarias) existen diferentes utensilios que pueden “ayudarnos” a hacer sentir a nuestr@ sumis@ todavía más vulnerable a la hora de experimentar esa humillación.
Vamos a enseñaros algunos de ellos:
Las máscaras
ya sean de animalitos o simplemente de tela, cubriendo toda la cara o dejando al descubierto ojos o boca, implican la humillación de no ser nadie, puesto que no tienes rostro, sólo eres un objeto con el que quieren jugar.
Los plug
de cualquier tipo, ya sean de silicona o acero, pero sobre todo los que llevan piedras de colores de adorno
o los que incluyen cola de zorro
ponny o puppy, son sin duda uno de los objetos más humillantes.
Aunque un sumis@ que se precie lo lucirá con orgullo ante su Am@, no deja de resultar “vergonzoso” si tiene que mostrarlo ante, por ejemplo, los asistentes a un evento o en el trascurso de una fiesta.
Las mordazas
son otro objeto humillante que podemos obligar a llevar a nuestr@ sumis@ impidiéndole así que pueda hablar y comunicarse y también, haciéndole babear y que la saliva le brote de la boca.
Las hay de diferentes tipos, más o menos humillantes.
De bola, de aro, de hierro, con forma de hueso de perro
añadiendo así mayor grado de humillación al ser obligad@ a penetrar con ella a otra persona bien la boca, el ano o la vagina.
Los collares
con o sin cadena son también otro utensilio para algunos humillante, al utilizarse para pasear al o la sumis@ como un perro, no sólo en privado sino en público.
Asimismo, hacer comer o beber de un cuenco para animales
es otro tipo de humillación muy utilizado.
También hay sumisos a los que les humilla enormemente que les obliguen a vestirse de sirvientas, con sus vestidos, cofias y delantal, dispuestas a realizar las tareas propias de la casa y acatar los castigos que sean necesarios si el trabajo realizado no ha sido del agrado del Am@.
O que se les obligue a actuar como un mueble, una mesa, una lámpara, una estantería, un reposapiés, etc
Para algun@s una simple lluvia dorada (urolagnia)
o plateada (spitting) ya tiene connotaciones muy humillantes.
Aunque sin duda, el objeto por excelencia más humillante para cualquier sumiso son las jaulas de castidad o CBT.
Ceder el control absoluto de tu placer a tu Ama, que no se te permita tener una erección más que cuando ella decida, es de lo más humillante y placentero a la vez.
Las hay de varios tipos, de metal
También hay brazaletes para los testículos
Pero como hemos dicho al principio, no es necesario utilizar nada para humillar a tu sumis@, simplemente unos calificativos pronunciados en determinado momento (puta, zorra, perra) pueden ser más que suficientes para hacerle sentir humillad@ y degradado como persona.