El Bondage

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¿Qué es el Bondage?

La palabra bondage viene del inglés y del francés y significa esclavitud o cautiverio.

Pero actualmente, cuando se habla de bondage se está haciendo referencia a una práctica sexual que consiste en inmovilizar, atando el cuerpo de la persona con la que se está teniendo sexo.

Esta inmovilidad puede hacerse con cualquier utensilio, bien sean esposas, grilletes, cintas, cuerdas, cinturones, cadenas, diferentes tipos de tela.

Cualquier elemento cotidiano que pueda servir para restringir los movimientos.

Las ataduras pueden hacerse en una parte del cuerpo dejando libre el resto o inmovilizando el cuerpo entero.

También es habitual el uso de mordazas para que la persona no pueda hablar y tan solo pueda hacer ruidos y sonidos con la boca; o utilizar vendas para que no pueda ver nada de lo que ocurre a su alrededor.

Esta práctica se considera estético-erótica y está dentro del contexto del BDSM, dominación o sadomasoquismo.

Los límites con el sadomasoquismo se encuentran en el dolor, ya que en el bondage no se utiliza el dolor como fuente de placer, mientras que en el sadomasoquismo es el principal elemento que produce placer.

Básicamente el  placer que proporciona practicar el bondage se encuentra en la dominación de la otra persona.

La persona atada se encuentra completamente a merced de quien le ha atado.

Por lo tanto para realizar el bondage, es imprescindible que exista una gran confianza y respeto mutuo entre los dos miembros de la pareja.

¿Cómo se practica?

Como ya hemos dicho, antes de practicar el bondage, es necesario que tu pareja y tú lo tengáis hablado y consensuado y tengáis la suficiente confianza entre vosotros para hacerlo.

Ambos debéis estar de acuerdo y expresar de forma clara lo que cada uno quiere, desea y espera conseguir al practicarlo.

No es recomendable hacer esta práctica sexual con alguien que no conoces o que conoces muy poco. Porque, aunque bien hecho no resulta peligroso, estarás inmovilizada y pueden jugarte una mala pasada.

Lo lógico es practicarlo bajo un rol, o atas o eres atada.

Si eres la que ata, mandarás tú y pondrás las reglas, mientras que si eres atada, tendrás que obedecer y acatar todo lo que te diga tu pareja.

Sea cual sea el rol que te ha tocado desempeñar, vívelo al máximo. No tiene nada de malo, así podrás disfrutar nuevas sensaciones y descubrir cosas nuevas.

También es aconsejable que tu pareja y tú tengáis unos códigos en forma de palabras que indiquen que la presión de las cuerdas es muy fuerte, que no estás de acuerdo con algo o que estás teniendo algún tipo de dolor.

Existen zonas prohibidas, por ejemplo el cuello, por donde no debes pasar la cuerda ya que el bondage en este caso pasaría a ser peligroso.

Es necesario que las ataduras no estén demasiado fuertes y que no corten la circulación de la sangre.
Imprescindible tener un par de tijeras a mano.

En caso de que las cuerdas o lo que hayas utilizado en las ataduras estén apretando demasiado, es mejor cortarlas y así evitar con rapidez cualquier tipo de daño.

Esther Dentro de Ti | Tu Sex-Shop de Confianza

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