Nada hay que les guste más a los chicos que les “coman” bien el pene. Éso lo sabemos pero, ¿sábes hacerlo realmente bien?
Y lo que es aún más importante, ¿la disfrutas tanto como él?
Vamos a enseñarte paso a paso cómo realizar una buena felación y que tú también la disfrutes.
– Lo primero de todo es muy sencillo, tienes que tener ganas de hacerla. Si no te apetece lo harás desganada, pasarás un mal rato y quizás no le hagas disfrutar a él tampoco. Así qué, ¡echa toda la carne en el asador y a por ello!
– Lo segundo e importantísimo es utilizar un buen lubricante. Tus manos deben deslizarse con suavidad y facilidad para evitar fricciones que pudieran resultar dolorosas. Si lo utilizamos con sabores ¡no podrás resistirte!, están super ricos y sin duda contribuyen a que disfrutes de la felación ¡incluso más que él!
– Vayamos al grano, si el pene está flácido tienes que empezar por cogerlo con tus manos y acariciarlo suavemente, observando cómo va creciendo poco a poco a medida que vas subiendo la velocidad del movimiento.
– Cuando ya está crecido y duro, aguanta con una mano la base del tronco y vas dándole besitos por los laterales, y pequeños mordisquitos (sin dientes) con los labios, empezando por abajo hasta llegar arriba.
– A continuación pasa tu lengua por el tronco del pene, humedécelo, chúpalo con ganas y, muy importante, mírale con cara de vicio, ponte en una posición en la que él pueda ver tu cara (le encantará y excitará mucho más).
– Poco a poco ves acercándote al glande y pasa tu lengua por el agujerito, lame y roza con tus labios el borde del capullo. Pero ¡no lo metas aún dentro de la boca!. Hazle sufrir un poco más. Juega con él, hazle esperar, desear que te lo metas. ¡Que esté muy ansioso!
– Ahora sí, ha llegado el momento, mete el capullo en tu boca, mantelo un ratito ahí calentito, moviendo en la medida de lo posible la lengua, pero tranquilamente.
Cuando menos se lo espere, abre la boca más, guardando los dientes con los labios y traga todo lo que puedas tragar.
– Es ahora cuando viene el movimiento: sube y baja con la boca por su pene, ten cuidado con los dientes no le hagas daño. Puedes acompañar tu boca con un movimiento de la mano por el tronco y con la otra mano acariciar suavemente los testículos o meter un dedo en su culete (éso dependerá de tu atrevimiento y de los gustos de tu chico), no te cortes en experimentar, disfruta y pásalo bien.
– Si sóis de los atrevidos, también puedes utilizar una pequeñita bala vibradora en lugar de tu dedo y jugar a meter y sacar mientras tu boca sube y baja por su miembro. ¡Le enloquecerá! La bala a su vez puede ayudarte a acariciar y estimular sus testículos.
– Una buena felación puede acabarse de mil maneras, o está lo suficientemente excitado cómo para querer penetrarte y pasáis a la acción, o directamente se produce la eyaculación.
Si no te gusta que te eyaculen en la cara, díselo, hay muchas otras maneras de acabar. Puede hacerlo en alguna parte de tu cuerpo, en tu boca… pero también puede correrse en su mano.
No estás en la obligación de recibir su semen si no es de tu agrado ni él tiene el derecho de eyacular donde le plazca. Hagáis lo que hagáis que sea siempre de mutuo acuerdo y que os haga disfrutarlo plenamente a los dos por igual.
Estas instrucciones son básicas, pero pueden variar, dependiendo de lo que la chica se atreva a hacer y lo que a su pareja le gusta que le hagan.
La comunicación es importante en estos casos, habladlo entre vosotros. Eso sí, sed lujuriosos, apasionados, e implicaros el uno con el otro para disfrutaros mutuamente.
Y recuerda que no hay mayor placer que dar placer.