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Ella

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(Tercer Concurso de Relato Erótico DENTRO DE TI)

ELLA

(Relato Número 1)

Por: Ricardo Gloria.

Nadie verá lo que yo vi en aquella tarde saturnina de un otoño prófugo de pesares en ese
paseo bajo una incipiente luna llena.

Entre danzas de flores languidecientes ella leía un libro,
que a tenor de sus lágrimas, conmovía al más pétreo corazón.
Un Céfiro juguetón, observé, atusaba sus largos rizos vistiendo en baile aterciopelado unos
labios semiabiertos, rojo pálido intenso de libido contenida, manadores de una gota de néctar
bucal.

Algo que confundió mi percepción cuando atisbaba sus lágrimas.

Mas no finjo sobresalto al merodear con mi vista, a pisada lenta y contenida, sus bellas piernas desnudas
bajo el viento sátiro y cómplice al mostrarme, no sin asombro, la permanencia de un cilicio en
su bello y castigado muslo.

¿Qué dama confía su dolor al placer y su pasión a su carne, bella de
Fidias y maltrecha de un vate de fina escritura?

No tardó mucho el Hado en saciar mis cuitas
cuando al irse mi dama perdió desprendido un papel manuscrito. Y al prenderlo antes de ir a
buscarla, enraizadas mis piernas prendieron la quietud al leer con mis propios ojos semejante
misiva. Pues a mano alzada y bella escritura de joyero, un hombre dícese su Amo, vertía un
doloroso poema vivido en la carne misma de quien ahora no quedó más que una mancha de
sangre en ese pétreo asiento del parque bajo la incipiente luna. Fresca aún su huella pude
constatar en esa carta manuscrita y escondida en un libro, el amor establecido entre esa mujer
y su esclavitud.

Capaz de hacer latir corazones entre sollozos y bacanales forjadas en una
mirada y en una huella de sangre salida de una pierna desnudada por Céfiro.

Con temblor voló
libre la carta por no querer ser mía y en lontananza perdí a una bella dama encontrada en ese
paseo otoñal y saturnino bajo una cada vez menos incipiente luna llena que me alumbró cual
poeta para caminar al Parnaso de los orates donde ojalá pudiera encontrar a una mujer que
llorara al mismo tiempo que amaba. Seguí mi paseo, seguí mi senda.

Tercer Concurso Relato Erótico DENTRO DE TI

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